Aprovechando mi larga estadía en Bogotá, decidí vivir al máximo uno de los mejores espectáculos deportivos que se pueden apreciar por estos lares: El Clásico de Bogotá, el enfrentamiento entre el tradicional Millonarios y el antagónico Independiente de Santa Fe.
El clásico de Bogotá es sólo uno de los grandes clásicos de Colombia
Quiero partir diciendo que Colombia deportivamente (y en muchos otros aspectos) es un país descentralizado, tanto así que este partido no es, ni mucho menos, el clásico más importante del país, comparte dicho honor con otras rivalidades regionales como el Deportivo Cali (o “Cali”) vs América de Cali (“América” para los amigos) o el antioqueño DIM (o “Medellín”) vs Atlético Nacional (o “Nacional”), además de las otras históricas rivalidades cruzadas entre todos estos, debo contar también que hay que sumar la presencia del emergente Junior de Barranquilla, gran representante de la costa caribeña colombiana.
Esta descentralización es única en Sudamérica, donde las capitales acaparan a los clubes más grandes y, por ende, los clásicos nacionales, ese es el caso de Perú, Chile, Argentina, Uruguay, Paraguay y Venezuela donde reinan los equipos capitalinos (con honrosas excepciones), realidad un poco diferente en Ecuador que tiene equipos grandes en dos ciudades (Emelec y Barcelona en Guayaquil y LDU y Deportivo Quito en la capital) y Bolivia con algo similar ( Bolívar, The Strongest, Oriente Petrolero, Blooming, repartidos entre La Paz y Santa Cruz), sería Brasil el caso más cercano al colombiano al tener distribuidos sus mejores clubes entre Rio de Janeiro, Sao Paulo y Belo Horizonte, sin embargo, todas estas ciudades se ubican en la zona sureste de Brasil, por lo que no son representativos de todo el territorio brasileño. En conclusión, el caso colombiano es único, digno de estudio y extrapolable a temas sociales y económicos, pero de eso ya hablaremos en otro post.
Ya aterrizando al clásico en cuestión, el sistema del torneo ha generado que la fecha número 7 enfrente a todos los “clásicos” del país, (localía del Santa Fe) y en la fecha siguiente (8) el clásico de vuelta (localía del Millonarios). En este post les hablaré del primer clásico, dejando para un siguiente artículo el clásico de vuelta, como dicen, realizaré el análisis comparado de ambos enfrentamientos (con énfasis en lo extra deportivo que es lo que más me llama la atención). Ambos clásicos se jugarán en el Nemesio Camacho, conocido como El Campín de Bogotá.
El clásico de Bogotá desde el mismo Campín
Mientras se acercaba el día del partido sentía cada vez más emoción por el partido, no tanta como la que genera en mí los partidos de Alianza Lima (mi equipo de toda la vida o del Deportivo Quito, mi segundo equipo favorito), sin embargo, había su ‘feeling’, como dicen algunos, motivación suficiente para llevarme bien temprano al estadio, no puedo negar que mientras me acercaba al Campin y escuchaba débilmente los primeros cánticos de las hinchadas ya presentes me entusiasmaba y agradecía por ser tan feliz con el producto fútbol en toda su expresión, comparto con ustedes una foto de la fachada del estadio para ir entrando en ambiente.
Entré al estadio corriendo (costumbre heredada de mi querido viejo) y descubrí el verde de golpe (me encantan esos estadios en los que subes escaleras para ir descubriendo el campo de a pocos), en cuanto infraestructura debo decir que el Nemesio es pequeño pero agradable, un estadio cómodo y con buena accesibilidad, sin embargo no guarda la configuración tradicional de un estadio de 4 tribunas, explicaré gráficamente mi punto.
En la parte superior de la imagen vemos la tribuna norte (ocupada por los hinchas azules del Millos) que tiene una especie de “segundo piso” que es la verdadera “tribuna popular” donde se ubica la barra brava del equipo, todo lo demás (tanto la parte inferior como lo que se ve a la derecha) ya forma parte de la tribuna “Oriental”, de manera análoga, en la parte inferior vemos la tribuna sur, donde se ubican los “cardenales” (apodo de los del Santa Fe), como vemos, la estructura es similar a la explicada anteriormente.
Antes de mostrar imágenes de las tribunas Oriental y Occidental quiero comentar algo que me sorprendió muchísimo, y es el respeto que hay por la localía del equipo de turno por parte de los hinchas visitantes, sorprende mucho más que siendo ambos equipos locales en el mismo estadio sea tan marcada la diferencia de asistencia de un equipo y otro de acuerdo a quien le toca ser local, que básicamente debería ser un título nominal pero que en Bogotá cobra inusitada fortaleza. La hinchada local es dueña de prácticamente del 75% del estadio en promedio.
En la foto anterior vemos la tribuna Oriental, que evidencia la localía del Santa Fe pero que me sirve para explicar que es una tribuna típica de dos pisos (exceptuando por sus brazos que van hacia norte y sur como ya vimos en las primeras fotos), nada extraordinario, destacan las butacas y el sistema de canales de drenaje (las lluvias son abundantes) que a decir verdad no funcionan muy bien, siendo este punto quizás lo más incómodo de este estadio.
Finalmente, la tribuna occidental es también muy tradicional, con una línea de “palcos” que no se si son privados o se ponen a la venta en cada partido, una platea con visera (que sería la zona más “top”), y la zona de periodistas en la parte más superior, me gustó mucho la zona para discapacitados, quienes pueden ver a su equipo favorito con mucha comodidad, como debe ser, puntazo para el estadio acá.
Luego, un ritual que me gustó mucho fue la entonación de los himnos tanto de Colombia como de Bogotá antes de iniciar el partido, momento en que la hinchada del Independiente hizo gala de su folklore, con muchas banderolas y humo rojo, me gustó mucho el momento, aunque debo comentar que me decepcionó el poquísimo respeto de los asistentes por el himno colombiano (barras cantando, los de la tribuna tomándose fotos, conversando, etc.), todo lo contrario se evidenció con el himno bogotano, entonado a todo pulmón por el 100% del estadio, impresionante muestra del regionalismo más puro, este último aspecto me encantó, la pasión del amor por Cundinamarca (departamento del cual Bogotá es capital).
El resultado del partido es anecdótico para mí, ganó Millonarios 3 a 1, pudieron ser 5 si afinaban puntería, yo la pase muy bien, celebre los 4 goles para sorpresa de los que estaban cerca de mío (error grave), con actuación destacada de Mayer Candelo, un conocido en el futbol peruano, la celebración del tercer gol se hizo cerca mío y al costado de las porristas (no hay fotos de ellas, no insistan) toda una postal de cómo se viven los partidos por acá.
Como es tradicional, se estipuló que la hinchada visitante salía primero y los locales 45 minutos después, yo por estar en Occidental si pude salir rápido, me fui a la estación del Transmilenio y fui testigo de algo que pensé no existía más, rojos y azules, millonarios y cardenales, juntos, revueltos, mezclados, con sus camisetas bien puestas, tomando el bus respectivo en perfecta paz, y lo mejor, entre todos ellos, un peruano testigo de aquel buen ejemplo. Para imitar.
Los datos finales:
Fecha del partido: 6 de abril del 2013
Resultado: Independiente de Santa Fe 1 – Millonarios 3
Asistencia: 24 mil espectadores (70% Santa Fe – 30% Millonarios)
Costo de la Entrada: 60 mil pesos (36 dólares)
Pd: Todas las fotografías son de autoría mía.
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